12 octubre 2008

[PS Pudahuel, N°850] municipales y presupuesto participativo

"SI TU CANDIDATO NO SE PROPONE MEJORAR LA CALIDAD DE LA EDUCACION Y NO SE COMPROMETE CON ELLO, CAMBIA RAPIDAMENTE DE CANDIDATO POR EL FUTURO DE NUESTROS HIJOS ".


CARTA A LAS Y LOS CIUDADANOS

DEMOCRACIA, ELECCIONES Y REGIONALISMO.

Estimadas y estimados ciudadanos:

Se acercan las elecciones de los servidores públicos, de nuestros representantes: alcaldes y concejales.
Existen muchas formas de participar: la principal es tomar parte directa en las decisiones: participar es decidir. Atenta y respetuosamente, les sugerimos que requieran a las y a los candidatos el compromiso, de hacer efectiva la participación ciudadana directa.
Ésta puede tener dos formas fundamentales en la ciudad:

Plebiscito en Concepción

1.-- El plebiscito comunal, que está contemplado en la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades. Frente al centralismo agobiador y avasallador, proponemos organizar un plebiscito en todas las comunas de Chile para resolver esta situación que conspira contra el desarrollo de cada
una de nuestras regiones y el progreso armónico de todo el país.
 Elección de intendente y consejeros regionales.
 Creación de nuevas regiones
 Autonomía, formas de autogobierno y recursos propios de las regiones. Teniendo presente las experiencias de España, Francia e Italia.
 Estímulos:
- Facilitar la creación de empresas en regiones.
- Mejorar las condiciones de trabajo en las regiones.

2.-- El presupuesto municipal participativo.

¿QUÉ ES EL PRESUPUESTO MUNICIPAL PARTICIPATIVO?

EL PRESUPUESTO MUNICIPAL PERTENECE A TODOS LOS CIUDADANOS. ÉSTOS TIENEN EL DERECHO A DELIBERAR Y PARTICIPAR EN FORMA DIRECTA EN LAS DECISIONES QUE AFECTAN A SU CIUDAD Y AL BARRIO DONDE VIVEN. A DEFINIR LAS PRIORIDADES DE INVERSIÓN DE ACUERDO CON LA DISPONIBILIDAD EXISTENTE.

ESTO NO INCLUYE LOS GASTOS FIJOS DE LA MUNICIPALIDAD.

Este sistema existe en ciudades de Argentina, Brasil, Canadá, España, Perú, etc.
Las vecinas y vecinos, reunidos, deciden y controlan directamente la ejecución de un porcentaje del presupuesto municipal que se refiere a la inversión en los barrios para mejorar aspectos como: Seguridad Ciudadana, Iluminación, Veredas, Pavimentación, Ciclovías, Parques, entre otros.

¿CÓMO FUNCIONA EL PRESUPUESTO MUNICIPAL PARTICIPATIVO Y SUS ETAPAS?

1.- De acuerdo a los límites de cada barrio de la ciudad, la cantidad de población en cada uno de ellos, sus condiciones de vida y las necesidades básicas insatisfechas, se establece el monto del presupuesto que se destina a cada territorio.
2.- Se realiza en cada barrio una Asamblea o Cabildo y trabajo en talleres. Se proponen, discuten y definen proyectos: para el barrio y la ciudad en general. Previamente, se ha realizado una información por todos los medios posibles.
En esta Asamblea se eligen los delegados del barrio.
3.- Los delegados, apoyados por expertos, revisan junto a los profesionales municipales: los proyectos, establecen su factibilidad, los elaboran técnicamente y los valorizan.
4.- Los proyectos y sus costos son expuestos en asambleas y otras formas de reunión y a través de los medios de comunicación en el barrio.
5.- En una jornada única y simultánea de votación, cada vecino o vecina decide qué proyectos prioriza.
6.- Se ordenan los proyectos de acuerdo a la votación obtenida hasta cubrir el monto estipulado para el barrio.
7.- Se da a conocer en Asambleas de Delegados y de Vecinos los proyectos y las obras que ha definido la votación de los vecinos del barrio.
8.- En estas Asambleas, además, se analiza el cumplimiento del proyecto del Presupuesto Participativo del año anterior.

De este modo se da transparencia, se fiscaliza el uso de los recursos municipales y se invierte en las necesidades que la comunidad ha considerado prioritarias.


Atenta y cordialmente:

Dr. Edgardo Condeza Vaccaro

Presidente.

MOVIMIENTO POR LA CONSULTA Y LOS DERECHOS CIUDADANOS

edgardocondeza@vtr.net 9-8867508

Nota: lo que Usted ha leído lo tenemos impreso en dípticos. Le podemos enviar gratuitamente la cantidad que Usted necesite.

Un saludo y abrazo fraternal desde mi chilito lindo
PatricioFeliz
Fono particular: 02 7793459
Movil: 08 5295804
Mails: patricio_feliz@yahoo.es
Mesenger: patriciofeliz@hotmail.com
Skype: patriciofeliz65


--~--~---------~--~----~------------~-------~--~----~
Estimad@, tú has recibido este mensaje porque eres militante del Partido Socialista de Pudahuel y como tal estás incluido en la red "Socialistas de Pudahuel" de Google. Si conoces algún militante que posea correo electrónico y no esté suscrito a esta red, por favor háznoslo saber al e-mail pudahuel@gmail.com.
Si quieres comunicar algún planteamiento sólo tienes que enviar un correo electrónico a pspudahuel@googlegroups.com
Conoce nuestro archivos de textos y documentos en http://groups.google.com/group/pspudahuel.
-~----------~----~----~----~------~----~------~--~---

[PS Pudahuel, N°849] A proposito de lagos, las municipales y los simbolos

"Richard Salazar Poillot" <vsalazarj@gmail.com>
...más
El bombardeo de los símbolos
Jorge Majfud
Parte I: El fracaso del marxismo
Recientemente un grupo de investigadores españoles llegó a la concusión que
la extinción de los neandertales hace más de veinte mil años -esos gnomos y
enanitos narigones que pululan en los cuentos tradicionales de Europa- se
debió a una inferioridad fundamental con respecto a los cromañones. Según
José
Carrión de la Universidad de Murcia, nuestros antepasados homo sapiens
poseían una mayor capacidad simbólica, mientras los neandertales eran más
realistas
y por lo tanto inferiores como sociedad. Nadie creería hoy en los mitos de
aquellos abuelos nuestros, no obstante su utilidad se parece a la del
geocentrismo
ptolomeico que en su época sirvió para predecir eclipses.
Según una primitiva visión darwiniana -propia de los neoconservadores
antidarwinianos-, el mundo sigue siendo una competencia entre neandertales y
cromagnones.
Sólo sirve ganar, porque "nuestros valores" son superiores, ya que son "los
valores de Dios". Otros pensamos lo contrario: este tipo de dinámica no
podría
llevar al éxito de los cromagnones sino a la extinción de ambos
contendientes bajo la lógica arbitraria de Superman, según la cual "los
buenos somos nosotros
y por eso debemos aniquilar a los malos". Hay una diferencia con nuestros
tiempos: no estamos totalmente en aquella prehistoria y, si suscribimos
mínimamente
un posible progreso de la historia según los valores del humanismo, podemos
interpretar que estas leyes darwinianas no se aplican en crudo en la especie
humana o la cultura de cooperación y solidaridad es parte de la misma
selección natural que ha superado el estado cavernícola.
No obstante todavía quedan en pié algunos principios de aquella época. Por
ejemplo, la fortaleza que confiere una creencia sólida, sin importar su
veracidad.
Así se levantaron todos los imperios como el romano, el islámico y los
subsiguientes europeos y americanos. Alguno de ellos tenía que estar
teológicamente
equivocado, pero todos tuvieron éxito gracias a algún tipo de fanatismo
mesiánico. Así también se hundieron.
Si los antiguos mitos totémicos favorecieron a unas tribus sobre las otras,
los modernos mitos sociales discriminan de forma más compleja favoreciendo a
clases sociales, grupos o sectas financieras, intereses nacionales y a veces
raciales, etc.
Veamos un ejemplo contemporáneo. No hace mucho alguien me señalaba con
inconmovible obviedad la derrota del marxismo en el mundo.
-¿Por qué piensa usted que el marxismo ha fracasado? -pregunté.
-Basta con ver lo que ocurrió en la Unión Soviética y en los países
socialistas y con terroristas como Che Guevara.
Este señor nunca había leído un solo texto de Marx o de sus continuadores,
pero había visto mucha televisión y, sobre todo, había recibido algunos
cursos
sobre "lucha antisubersiva", así que estaba dotado de una docena de lugares
comunes sazonados con la elocuencia de la repetición.
-En realidad, sacar a un país analfabeto de la periferia y convertirlo por
varias décadas en potencia mundial no parece un gran fracaso -comenté de
puro
contra, a pesar de mi profundo desprecio por los tiempos de Stalin y sus
consecuencias.
-La lucha de clases, por ejemplo, es un acto criminal.
-Del todo de acuerdo. Sobre todo porque existe. Aunque ahora no se trate de
princesas de sangre azul y campesinos criminales con cara de sapo.
Claro que ver a la Unión Soviética como el marxismo puesto en práctica es
una arbitrariedad de propios y ajenos. De haber vivido Marx por entonces y
en
aquella tierra, igualmente hubiese sido exiliado a Inglaterra. No porque
Inglaterra fuese un imperio bondadoso sino porque era un imperio arrogante,
como
todo imperio, que nunca se sintió amenazado por los intelectuales. Lo cual
era una considerable ventaja para alguien que debía escribir un análisis
histórico
como El Capital para ser leído y discutido por los siglos por venir, aún
cuando la Unión Soviética y el Imperio Británico hubiesen desaparecido.
Pero aún si asumiésemos que el marxismo ha fracasado como organización
política eso no quiere decir que el marxismo haya fracasado como corriente
de pensamiento
y de acción social. Paradójicamente, donde más vivo está hoy en día el
marxismo es en las universidades norteamericanas, donde, de una forma o de
otra,
se lo usa como uno de los más recurrentes instrumentos de análisis de la
realidad. De esa realidad que no quieren ver los realistas neandertales. Y
no
se puede decir que estos centros viven en las nubes porque, aún medido según
los valores tradicionales de los "pragmáticos hombres de negocios", son
estas
universidades a través de sus diferentes rubros los centros económicos que
directa e indirectamente dejan al país astronómicas ganancias económicas,
sin
contar cada uno de los inventos, sistemas e instrumentos contemporáneos que
se usan en los rincones más remotos del planeta, para bien y para mal.
Dejando de lado este detalle, bastaría con situarse en el siglo XVIII o en
el XIX para darse cuenta que eso que llaman "marxismo" no ha fracasado sino
todo
lo contrario. (Claro que el marxismo inspiró barbaridades. Pero los bárbaros
y genocidas se inspiran de cualquier cosa. Si no pregúntenle a cualquier
religión
si en su historia no tienen toneladas de perseguidos, torturados y
masacrados en nombre de Dios y la Moral.) Sin la herencia del marxismo, el
pensamiento
actual, aún el antimarxista, se encontraría desnudo y perdido en el mundo
del siglo XXI. Y no sólo el pensamiento. Una buena parte de los logros y del
reconocimiento de las igualdades de los oprimidos -de la humanidad oprimida-
fueron acelerados por esta corriente radical, desde las exitosas luchas
sociales
en el siglo XIX por los derechos de los obreros, por el combate de la
esclavitud en América y la de campesinos en las venenosas factorías de la
Revolución
Industrial en Europa, por los derechos igualitarios de la mujer hasta la
rebelión de los pueblos colonizados en el siglo XX. Todas revisiones y
reivindicaciones
que se continuaron con éxito relativo y siempre precario en el siglo XXI
hasta olvidar que en su momento fueron combatidas como propias del Demonio o
de
subversivos resentidos, no pocas veces condenados por esa "voz del pueblo"
hecha por el sermón a medida del interés de una minoría en el poder.
Algunos intelectuales de derecha han publicado que todos esos progresos
humanistas se lograron gracias al "buen corazón" de los hombres y mujeres de
fe
religiosa. No obstante, sus iglesias e instituciones no sólo estuvieron
históricamente allí, condenando estas luchas de liberación como
"corrupciones inmorales
del progreso", justificando represiones y matanzas durante los tiempos de
barbarie sino que además sus esferas de acción casi siempre tenían sus
centros
en el poder mismo, no para criticarlo sino para legitimarlo. Lo cual no es
una condición natural de ninguna iglesia en particular, sino una de esas
plagas
que transmiten los humanos en cualquier otra esfera social, tal como lo
revelan los pocos Evangelios que nos quedaron.
Por otro lado, el rechazo epidérmico a la tradición del pensamiento marxista
tampoco se debe únicamente a un aparente ateísmo, ya que los Teólogos de la
liberación demostraron que se puede creer en Dios, ser cristiano y al mismo
tiempo suscribir con coherencia un pensamiento marxista o, al menos,
progresista
de la historia. De hecho podemos entender el cristianismo primitivo como un
humanismo radical, opuesto a las estructuras jerárquicas y políticas del
cristianismo
posterior, surgido bajo la bendición y a la medida política del emperador
Constantino.
Hasta ese momento, el cristianismo nacido de un subversivo condenado a
muerte, llevaba tres siglos de derrotas y persecución por parte del Imperio.
Pero
también tres de sus mejores siglos, antes del espectacular éxito político
del año 313.
Parte II: Política de Dios
Principio de cita
"Es tan fecunda la sagrada Escritura, que sin demasía, ni proligidad, sobre
una cláusula se puede hacer un libro, no dos capítulos". Francisco de
Quevedo.
Política de Dios, Gobierno de Cristo (1626).
Final de cita
Nunca ha sido fácil reconocer que Jesús fue condenado a muerte por razones
políticas. Jesús se encarnó con muchas dimensiones humanas, pero según la
tradición
religiosa nada tuvo que ver con una de las condiciones más humanas que podía
vestir el hijo de Dios. Sin embargo, ni Jesús ni la iglesia oficial de
Constantino
carecieron de esta dimensión, aunque fuesen dos políticas opuestas la mayor
parte del tiempo. La Roma de Pilatos no tenía ningún interés religioso en la
ejecución y se cuidó de confundir un delito político con un delito moral, al
ajusticiar al revoltoso junto con otros reos comunes o al equipararlo con
otro subversivo menos peligroso de la época, de nombre Barrabás. Es cierto
que, según los pocos Evangelios que se salvaron del emperador Constantino,
la
clase religiosa judía de la época avaló y promovió esta decisión, pero esto
tampoco carecía de motivaciones políticas: aún oprimidos como nación, los
administradores
de la Ley no querían perder los mezquinos privilegios de clase que
garantizaba el Imperio romano, estrategia que repitieron con rigor todos los
imperios
de la historia.
Las clases nobles siempre fueron internacionales: entre ellas hicieron la
guerra y el amor, sin importar la cultura, la religión ni el idioma. Pero
siempre
se cuidaron de no mezclarse con sus propios pueblos, que les proveían de
alimentos y carne de cañón para la guerra, inevitablemente sazonada con el
conmovedor
sentimiento de la propaganda patriótica cuando no del sacrificio religioso.
Excepto en los cuentos de hadas donde encontramos algunas excepciones, como
valerosos campesinos que llegan a ganarse a la princesa en una contienda
entre machos. Pero en ningún caso se trata de contestatarios sino
precisamente
en restauradores de los privilegios del rey o de la aristocracia.
Ahora, si consideramos que el cristianismo moderno se funda en el año 325,
con la eliminación arbitraria de decenas de evangelios tachados de
apócrifos,
no es raro pensar que todos aquellos textos que mencionaban la rebelión de
Jesús y otros grupos subversivos contra Roma hayan sido pudorosamente
silenciados.
De la misma forma, de la responsabilidad del imperio romano por el
magnicidio se pasó a la culpa del pueblo judío hasta el éxito político,
económico y
militar de Israel en el siglo XX, donde el mismo se convirtió en un tabú
políticamente incorrecto. (El antisemitismo, que era una virtud ética en la
Europa
del Renacimiento, siempre estuvo en contra de los principios del humanismo
profesado por católicos y ateos -como el principio de igualdad y el derecho
a la diferencia- pero no pasó decisivamente a la clandestinidad sino hasta
el fin de la Segunda Guerra.) Al fin y al cabo la Iglesia que decidió de
forma
mística la validez de sólo cuatro Evangelios fue la misma que había recibido
la legitimación y oficialización del poder doce años antes, por parte del
emperador. Constantino no sólo puso su nombre a la capital del mundo, antes
Bizancio, sino que puso también su firma en la nueva religión oficial del
imperio,
de la cual entendía poco o nada pero fue capaz de decidir la teología final
de la Iglesia según sus intereses políticos de unificación. El Imperio ya no
perseguía ni tiraba cristianos a los leones y había que olvidar y culpar a
algún otro. Sobre todo olvidar el factor político del Hijo de Dios que,
paradójicamente,
no fue ajeno a nada humano.
La tradición teológica y el discurso eclesiástico nunca vieron el factor
político detrás de sus acciones, detrás de su propia historia. Pero esta
dimensión
se puede ver desde muchos puntos de vista en la revolución provocada por el
Mesías, incluso desde la misma teología. La superación del nacionalismo
anterior
del Padre no deja de ser un ejemplo. Pero la ceguera política fue por muchos
tiempos una contagiosa de visión de clase. Cuando el pensamiento europeo,
especialmente desde el marxismo, advirtió esta dimensión ideológica del
discurso hegemónico y de la dinámica de la historia, el sermón tradicional
atribuyó
la capacidad de ser político e ideológico a todo lo que fuese pensado y
producido fuera de los espesos muros de las iglesias. Se pretendió que la
política
incompatible con la religión o, al menos, se podía expurgarla de un
claustro, de un convento o de una ermita mientras el clero se ocupaba de
ella.
El sermón religioso tradicional continúa siendo incapaz de ver esta realidad
más allá del individuo, razón por la cual cualquier referencia a la
historia,
a la sociedad como algo más que un conjunto de almas aisladas hace sonar
todas las alarmas dialécticas. Para éstos, una sociedad es el cúmulo de
individuos,
una especie de Sociedad Anónima, por momentos autista. La salvación es un
problema individual, al extremo que un hombre o una mujer puede alcanzar el
Paraíso
y ser feliz aunque su amada de toda la vida haya sido derivada al infierno
por atea o por discrepar con el canon religioso.
Por otra parte, entiendo que hoy en día es la Iglesia Católica una de las
iglesias que más ha cambiado desde el Vaticano II de 1962. No gracias al
Vaticano
sino a pesar de él. A pesar de la reacción conservadora de Juan Pablo II y
del persistente rechazo teológico del entonces cardenal Joseph Ratzinger en
los años '80, la iglesia o las iglesias católicas cada día se identifican
más con los valores de los teólogos de la liberación. La historia se repite:
los cambios surgen de los derrotados, desde la clandestinidad, desde los
márgenes del poder político. Aunque con un lenguaje siempre conservador, sus
valores,
sobre todo en América Latina, continúan alejándose progresivamente de
aquella práctica tradicional que consistía en legitimar y apoyar las clases
oligárquicas
cuando no explícitamente bendecían las dictaduras militares, nacidas de los
propios intereses agrícola-ganaderos de las clases dominantes. El olor a
antigüedad
que se respira en las pequeñas iglesias católicas poco a poco pasa de
representar la opresión a las minorías para convertirse en refugio
político-espiritual
de esas minorías. La razón estriba en que la intolerancia político-religiosa
se ha asentado en las sectas protestantes que rodean los centros del poder
mundial, hoy en declive pero aún con la fuerza suficiente para dictar por la
fuerza de sus músculos la "moral correcta" y la política de los héroes tipo
Rambo. El narcótico salvador de los televangelistas ha tomado
definitivamente el rol político que alguna vez tuvieron los sermones
católicos de la Edad
Media y hasta bien avanzado el siglo XX, cuando se confundía el mártir
celestial con el soldado que caía defendiendo al imperio al tiempo que se
acusaba
de político o de marxista a quien se atrevía a cuestionar esta relación
incestuosa.
El bombardeo de los símbolos (III)
Superman, la Mujer Maravilla y las campañas electorales.
No es casualidad que la forma tradicional de ver y de construir la realidad
a través de individuos agrupados, de buenos contra malos, propia del
telesermón
religioso y de los comics de superhéroes, sea idéntica a la promovida por
los tradicionales medios masivos de difusión. Una cámara de televisión no
puede
abarcar lógicas abstractas, ni realidades más allá de individuos o pequeños
grupos. No puede, no interesa y frecuentemente no conviene.
Aunque mil imágenes nunca podrán reemplazar una sola palabra, en el discurso
social, como en la iconoclástica Edad Media, una sola imagen sigue valiendo
por mil palabras. Aunque el poder se sigue educando y formando en la
tradicional cultura letrada, las sociedades que todavía no salen de su
tradicional
rol de masa productora, son educadas principalmente en la cultura de la
imagen, del fragmento. Las grandes revistas como Times suelen poner rostros
individuales
en sus tapas, no ideas. También las grandes cadenas de televisión y las
páginas principales de los diarios más leídos acentúan esta característica
de una
forma inequívoca, sobre todo cuando algún miserable escándalo sexual sirve
de alimento semanal para la valoración propia y la condena ajena. Durante
meses,
años, cada análisis se despliega a partir de dos fracturas: (1) las palabras
y (2) los individuos.
Así también, las elecciones nacionales parecen un concurso de Miss Universo,
donde se pone al candidato bajo la lupa para revelar sus emociones, sus
pequeños
vicios y debilidades y hasta su estado de salud. En Estados Unidos todos
conocían las críticas del ex soldado John Kerry a la guerra de Viet-Nam.
Pero
en el 2004, pocas semanas antes de las elecciones, perdió la presidencia
porque un grupo de veteranos combatientes manifestaron que el candidato en
realidad
había sido un mal compañero. Aparte de feo, un chico malo. Faltó acusarlo de
no seguir las reglas de los Boy Scouts. De sus ideas o del debate ideológico
de aquel momento nadie se acuerda. En la campaña del 2008, los candidatos
siguen hablando en primera persona y buscan desesperadamente demostrar sus
"valores".
En realidad, la ansiedad es por no contradecir el discurso social,
construido en base a slogans repetidos, al tiempo que se integra otra
tradición: satisfacer
la ansiedad de lo nuevo y del cambio sin cambiar y sin proponer nunca nada
nuevo. Aunque la palabra change (cambio) integra cada lema de la actual
campaña
electoral, se dedica más tiempo en dejar claro que el individuo que propone
el cambio -el programa del partido no importa- posee valores conservadores
y no operará ninguna variación radical en la sociedad.
El método consiste en que cada candidato hable de sus sentimientos
religiosos, de sus pequeños pecados ya superados -elemento imprescindible de
humanización
entre tanta perfección-, de sus hábitos de buenos padres o buenas madres, de
su capacidad de emocionarse y llorar de vez en cuando, de la firmeza de sus
temperamentos a las tres de la madrugada. Todos hombres y mujeres listos
para salvar al país y a la humanidad, como Superman o Wonder Woman -al fin
la
igualdad de sexos-, por la fuerza del brazo justiciero de él y del "lazo de
la verdad" de ella que, como un narcótico o una picana eléctrica, impone al
villano la virtud de la obediencia y el vómito de la verdad ante la
irresistible belleza femenina. Como en el psicoanálisis primitivo, la verdad
se revela
en el tropiezo semántico. Razón por la cual todos los días se está a la
espera de algún lapsus de este o aquel candidato. Apenas producido, se echa
a andar
la gigantesca maquinaria del análisis político y así se deja correr una o
dos semanas más entre acalorados debates sobre semántica. Estos análisis son
siempre previsibles y nunca radicales. Y un análisis que no es radical no
aporta ningún cambio de la misma forma que no produce ningún cambio un
político
radical. Sobre todo porque rara vez llega al poder. Este quizás sea el punto
central que no han comprendido los "pastores de la liberación" de Barack
Obama.
El actual molde analítico de los mass media es el siguiente: El candidato X
dijo esa palabra y durante la semana se discute qué quiso decir, enmascarado
en un lenguaje paralelo sobre "un profundo debate de ideas y valores".
Cuando la opinión mediática interpreta algo diferente a los valores
dominantes o
lo "políticamente correcto", el candidato X convoca las cámaras de
televisión para pedir disculpas públicas -demostrando su buen corazón- o se
justifica
explicando que dicha palabra ha sido sacada de contexto, por lo cual donde
decía "claro" en realidad quería decir "oscuro", que aunque parecía criticar
a la Vaca Sagrada en realidad la estaba defendiendo, porque siempre ha
estado comprometido de corazón con dicha vaca. Alguno, incluso, recurre a
las lágrimas
para demostrar "su lado humano". Este recurso arrojó excelentes resultados a
favor de Hillary Clinton en al menos dos estados pero después tuvo un efecto
contrario cuando se sospechó que el abuso del recurso demostraba una
debilidad demasiado femenina en tiempos de guerra.
Al poner al individuo y cada una de sus palabras bajo una lupa cósmica,
cualquier crítica global o estructural desaparece. Todo lo cual es
consecuente con
las dos últimas generaciones: una habituada a la publicidad fragmentada de
la televisión; la otra al texto hiperfragmentado de los celulares. Ésta no
es
una observación del todo pesimista. Sólo una observación sobre la difícil
transición que vive la humanidad hacia una liberación que sea más efectiva
que
su propia narcotización.
Podemos asumir que el individuo existe desde el momento en que ejerce un
mínimo de libertad, una libertad siempre condicionada por un mundo material
y por
una cultura. Esta sería la mejor perspectiva del existencialismo, difícil
sino imposible de rebatir. Pero el individuo se define por los otros, por
sus
contemporáneos y por miles de años y millones de muertos que viven de alguna
forma en él. Negar cualquier tipo de libertad en el individuo es propio del
pensamiento antihumanista y de gran parte de la tradición religiosa. Afirmar
y promover la idea de que sólo hay individuos independientes interactuando
con un mundo que no está dentro suyo no es una herencia del humanismo sino
otra antigua arbitrariedad que forma parte también de la insospechada
herencia
que todos llevamos dentro, como individuos y como sociedad. Y la cultura en
todos sus órdenes -desde la telenovela, el comic hasta la política menor- se
encarga de promover esta idea como si fuese una condición natural del mundo
de los seres humanos. Individuos, palabras, poco más.
El bombardeo de los símbolos / IV
Ser uno mismo: voyeurs, exitosos y excitados.
Hace diez años el programa Gran Hermano comenzaba a acaparar los horarios
centrales de la televisión en Argentina y Uruguay. El éxito de la propuesta
no
sólo radicaba en el sueño de ser exitoso por inacción, sino en la creciente
cultura del voyeur castrado que poco a poco se ha radicalizado. Desde el
confortable
turista del primer mundo que se interesa por conocer in situ la miseria
ajena hasta programas de televisión de todo tipo donde alguien se muere de
hambre
en serio, o un aventurero se propone morirse de hambre en broma durante
treinta días en una aldea de Tanzania, hasta el muchacho que va buscando las
emociones
de la guerra mientras registra con su cámara y cuenta en su blog la
magnífica experiencia de la muerte ajena.
Desde los antiguos egipcios hasta nuestros días, la moda fue siempre la
estrategia de las clases altas para distinguirse de la chusma. Como la
chusma siempre
ha sido chusma no tanto por su pobreza sino por su ansiedad por parecerse a
las clases dominantes, trataba de copiar el estilo de los nobles y ricos
hasta
que éstos no tenían más remedio que volver a cambiar de estilo. Décadas
atrás, se cultivó una especie de voyeurismo de clase: la clase obrera miraba
y
copiaba los pequeños vicios -ya que no los grandes- de las clases exitosas,
de la farándula y la antigua realeza europea. Para reponerse y olvidarse de
su agotadora jornada, los productores consumen todo aquello que los
consumidores producen.
Pero la frivolidad se ha democratizado y ahora también resulta interesante
introducir una cámara en una favela de Río o en los suburbios de Medellín.
Para
quienes no soportan emociones tan fuertes está el voyeurismo sobre un grupo
de jóvenes ociosos de la clase media, como Gran Hermano, o sobre la vida de
un hombre pobre que se hizo rico vendiendo discos o tomates, lo que
ejemplifica las bondades democráticas del sistema dominante. El sistema
capitalista
no requiere de grandes teóricos; le basta con la simplicidad de un caso
exitoso entre un millón de "todavía sin llegar" que cuente su asombrosa
historia
coronada por la demagógica moraleja de "querer es poder". Las explicaciones
complejas no tienen lugar porque van destinadas a los voyeurs del éxito; a
los excitados, no a los exitosos. Nada mejor que el fracaso para ansiar el
éxito y confirmar la sabiduría de Niurka Marcos y el Show de Cristina
aleccionando
a sus espectadores desde Miami: "hay que ser positivos. Yo soy positiva. Es
por eso que algunos tenemos todo lo que tenemos y otros no tienen nada".
Factores
extra-anímicos -como por ejemplo el hecho de que los inmigrantes cubanos que
llegan a América de forma ilegal reciben estatus legal mientras el resto no
puede aspirar a otra cosa que mantener su condición de eternos fugitivos-
son meros detalles propios de mentes pesimistas.
Como las imágenes no bastan, es necesario que el protagonista de
vertiginosas aventuras, como lo es la inacción perpetua de Gran Hermano,
exprese cada uno
de sus sentimientos y explique quién es. Los otros son siempre una buena
excusa para hablar de uno mismo. En los confesionarios cada uno lucha por
ser
reconocido como auténtico, aunque en ningún otro lugar se finge más que en
la confesión mediática. "Pienso que voy a ganar porque siempre he sido yo
misma".
"Gané porque en todo momento fui auténtico, luché a muerte por ser yo mismo
y mostrarme tal cual soy".
Recientemente, en el concurso Nuestra Belleza Latina realizado por la cadena
Univisión en Miami, las candidatas confirmaron la regla. Hasta el hastío.
"Pienso
que mi mayor virtud ha sido ser yo misma, nunca cambiar y defender siempre
lo más auténtico que llevo dentro". "Yo voy a ganar la competencia porque
siempre
he sido yo misma. Ese ha sido mi objetivo siempre y la gente lo reconoce y
aprecia". "Yo me muestro como soy, siempre he mostrado mi yo más auténtico".
"Mi hija ha sido reconocida por ser siempre ella misma. Sólo le pido eso,
que siga siendo así de auténtica", etc.
Al mismo tiempo que cada bella concursante lucha por la originalidad que las
destaque del resto, por la lógica del concurso y de la cultura mediática,
deben
evitar esta rara virtud humana. Basta con verlas caminando o de pié,
sonriendo y haciendo equilibrio con la eterna pierna derecha por delante de
la izquierda,
variación del canon egipcio impuesto por los faraones muertos.
Si las americanas son rubias o son casiamericanas, la Belleza Latina debe
excluir a las Marilyn Monroe, aunque en Montevideo o Buenos Aires estas sean
un
tipo tan común como en Utah o Nebraska. No obstante, esta diferencia no debe
ser tan grande como para alejarla del canon de la típica barbie de piel
bronceada.
Ni las rubias del Cono Sur ni las indias de Mesoamérica y de los Andes.
Tanto los rostros indígenas como los afroamericanos se juzgarán más hermosos
cuanto
menos sean "ellos mismos", lo que se deduce de la obsesiva necesidad de
estirar motas, aclarar rulos y afinar labios y narices.
Salvo raras excepciones, todas las concursantes se parecen como las Marilyn
de Andy Warhol o la serie de barbie dolls, lo que lleva a los jurados a otra
originalidad:
Animador: No quisiera estar en el lugar del jurado.
Jurado: Así es, eliminar a una fue una decisión muy, muy difícil.
Es lógico. Aparte de que todas cumplen con el canon al que responden
nuestros deseos estéticos y sexuales -producto hormonal en complicidad con
nuestros
prejuicios y fijaciones infantiles-, una se parece a la otra al tiempo que
repiten la misma ansiedad de ser "una misma, auténtica".
Si todos somos producto de copias, herencias y reciclajes, un concurso de
belleza es la exacerbación de un canon social específico, en este caso el de
la
"belleza latina" que excluye el deseo por la belleza de la mujer caucásica,
travistiendo una en otra. Nadie puede ganar fuera de estos límites éticos y
estéticos.
Sin embargo, en un reality show donde el trabajo es destacarse sin inventar
nada nuevo, el mérito se reduce a la difícil tarea de ser uno mismo, sin
perder
la originalidad y sin dejar de ser una copia o una parodia de los demás.
Seguramente la alevosa fantasía de ser "uno mismo" y de morirse por lo que
dicen
los demás no nació con esta cultura del yo alienado, pero es allí donde se
consolidó como paradigma ético.
¿No aceptarán nunca que ese "yo auténtico", ese "ser yo mismo" no es otra
cosa que la sumatoria de copias, de retazos de otros, producto inequívoco de
una
cultura que fabrica fracturas ideológicas, psicológicas, éticas, estéticas y
económicas? ¿O acaso esa forma de caminar con los pies cambiados, con el
derecho
a la izquierda y el izquierdo a la derecha son invenciones originales de
cada uno? ¿Esa forma de reír, de peinarse, de pararse, de hablar, esa forma
de
blanquearse con frecuencia, de parecerse a Marilyn Monroe o a Ricky Martin,
esa forma de cada uno es original de cada uno o meras repeticiones,
desesperados
travestismos del carácter?
Por otra parte, aún asumiendo que existe una esencia del ego, pura e
incontaminada, surgida en el momento del parto o formada en la infancia,
¿por qué esa
exaltación ética de "ser uno mismo sin cambiar jamás"? ¿Será que no hay nada
para mejorar? ¿No será que hacen falta algunas mejoras a semejante palacio?
Podemos aceptar que una dosis de frivolidad es necesaria en la vida de
cualquiera. Pero cuando se convierte en el único pan de cada día, es lícito
sospechar.
*Majfud es profesor de la Lincoln University of Pennsylvania.
--------------------------------------------------------------------------------


Un saludo y abrazo fraternal desde mi chilito lindo
PatricioFeliz
Fono particular: 02 7793459
Movil: 08 5295804
Mails: patricio_feliz@yahoo.es
Mesenger: patriciofeliz@hotmail.com
Skype: patriciofeliz65


--~--~---------~--~----~------------~-------~--~----~
Estimad@, tú has recibido este mensaje porque eres militante del Partido Socialista de Pudahuel y como tal estás incluido en la red "Socialistas de Pudahuel" de Google. Si conoces algún militante que posea correo electrónico y no esté suscrito a esta red, por favor háznoslo saber al e-mail pudahuel@gmail.com.
Si quieres comunicar algún planteamiento sólo tienes que enviar un correo electrónico a pspudahuel@googlegroups.com
Conoce nuestro archivos de textos y documentos en http://groups.google.com/group/pspudahuel.
-~----------~----~----~----~------~----~------~--~---

Metro