Estimad@ compañer@:
El texto siguiente, contiene datos de gran importancia para el futuro mundial y del país. También incluye apuestas, alguna bien discutible, y una ración de crítica a la gestión. Tal como lo hace el autor, recoge los datos, formula una proyección y expresa una crítica, cada uno que le interese, puede tomar los ingredientes y efectuar su propia reflexión. Por ello me parece un aporte importante a la toma de conciencia y discusión de los temas de futuro (que son los que rondan entre quienes están tomando decisiones día a día en las esferas del poder), que ha caracterizado a los socialistas desde siempre, sobretodo en un día como hoy que celebramos el natalicio de Salvador Allende, quién siempre tuviera una visión notable de estos temas y desde luego una perspectiva nítida desde los intereses del Pueblo.
Atte.
Raúl Allendes A.
El Energy Watch Group, con el auspicio del Deutsche Bank, realizó una investigación de los pozos existentes y el potencial de nueva producción en el planeta. Su conclusión fue que el punto máximo de producción se alcanzó el 2006, con 81 millones de barriles diarios de producción y que ésta sería al 2020 de 58 millones de barriles. Su posición es claramente pesimista, teniendo por delante un penoso proceso de escasez creciente de petróleo.
El informe señalado es compartido en sus conclusiones por el Bundesanstalt für Geowisssenschaften (BGR) de Alemania.
Durante la décadas de 1960 y 1970 el promedio de barriles descubiertos por perforación era de 527 millones. Del 2000 al 2005, el rendimiento ha bajado a 20 millones de barriles.
En los 70 las principales empresas internacionales de petróleo controlaban el 80 por ciento de las reservas. Hoy solamente el 20 por ciento. De las 13 más importantes, 10 están en una etapa de declinación en su producción.
El Internacional Energy Agency, institución bajo el control de los principales países consumidores de hidrocarburos, anunció que modificaría su predicción de que la producción de petróleo llegaría el 2030 a 116 millones de barriles al día a que solamente sería de 100 millones. Esta es una organización que se ha mostrado siempre muy optimista sobre el futuro de la producción de crudo. Además de lo anterior, señaló que al 2015 podría existir una diferencia negativa de la demanda respecto de la oferta de 12,5 millones de barriles al día. Precios que lleguen a los 500 dólares por barril no son inimaginables en ese escenario, que no es el más pesimista, al contrario. Si el informe del Energy Watch Group está en lo correcto, las consecuencias serían catastróficas.
La demanda de petróleo por China ha crecido a un 7,2 por ciento al año desde 1990 a 2006. Proyectado eso implica llegar a 20 millones de barriles al día el 2020 y 40 millones de barriles el 2030. No hay petróleo para eso, sin considerar el aumento de la demanda de la India, entre otros.
Los pozos actualmente en producción tienen un factor promedio de declinación de un 4 por ciento, esto es 3 millones de barriles al día, la producción de Irán. Solamente para mantener la producción, el mundo tiene que agregar un Irán al año.
El 95 por ciento del transporte depende del petróleo-crudo. De cada 10 calorías de alimentos que consume una persona, 9 provienen de los hidrocarburos, dada la cadena del transporte, los fertilizantes, fungicidas, logística de almacenamiento y venta.
Nuestro país importa más del 95 por ciento de sus necesidades de hidrocarburos y su autonomía logística apenas superar lo 30 días. Su infraestructura de transporte está basada de forma aplastante en el petróleo.
El aumento de los costos de energía, irreversible, tiene y tendrá un impacto demoledor en la economía, tanto productiva como de consumo.
Resulta urgente concebir e implementar planes de corto y largo plazo para preparar al país para la crisis que está recién en desarrollo. Nuestro país cuenta con recursos naturales para superar con éxito la crisis. Para ello resulta indispensable dejar a un lado la ideología neoliberal sobre integración fanática a los mercados mundiales y la fe ciega en que éstos son capaces de resolver todos lo problemas que se generen. La fe religiosa en el mercado mundial globalizado, que a beneficiado básicamente a las grandes empresas trasnacionales, es tan irracional como cualquier acto de fe, careciendo en este caso de cualquiera de sus beneficios metafísicos.
La regulación de los mercados debe dejar de considerar como sacrosanta la apertura a los mercados globales, debe considerar otros elementos tan o más importantes, como son las de contar con reservas operacionales en sistemas críticos, la distribución del ingresos en su generación y la sustentabilidad.
Los mercados relativos a la alimentación, la energía, el transporte y la infraestructura básica deben ser objeto de regulación que cumpla con tales fines de reservas operacionales de sistemas críticos, distribución del ingreso y sustentabilidad.
En relación al transporte, el ferrocarril como medio principal de transporte longitudinal, de Arica a Aysén, tanto de personas como de carga. El tranvía como principal medio de transporte público en las ciudades. Estos servicios deben ser estatales.
En relación a la energía, un aumento sustantivo de capacidad de generación eléctrica, tanto para sostener el desarrollo como la electrificación de parte importante del transporte. Tal aumento se debe obtener por medio de aprovechar toda la capacidad hídrica del país y por medio de centrales nucleares. Se debe declarar el uranio y el torio como reserva estratégica prohibiéndose su exportación, excepto a cambio de combustible nuclear ya procesado. Las centrales nucleares deben ser construidas y operadas por una empresa mixta del estado y capital extranjero.
En relación a la alimentación, se debe generar una oferta de proteínas a bajo costo para la población como de la infraestructura para su distribución. Esa proteína solo puede provenir del mar, cerrando la producción a las exportaciones, disminuyendo la producción anual de 10 millones de toneladas métricas a cinco millones para su consumo interno (300 GR de pescado per cápita aprox).. Lo anterior requiere una nueva regulación del tamaño y características de las naves pesqueras. Sería del todo necesario apoyar la incorporación de la vela de alta tecnología como propulsión parcial, dados los altos costos del diesel. En países escandinavos ya sucede. La infraestructura de las caletas, como la logística de distribución tiene la máxima importancia. Se trata de crear todo un nuevo sector de pescadores artesanales e industriales, capaces de operar de forma rentable para abastecer pescado a precios en un mercado nacional sustantivamente menores que los internacionales. Para asegurar un sistema tan crítico como la alimentación de la población, se debe estar dispuesto a organizar un mercado nacional lo más estanco posible respecto de un recurso relativamente abundante para el tamaño de nuestra población. De acuerdo a un informe del Ejército de los Estados Unidos, una persona se puede alimentar solamente de papas más una proteína, dada la riqueza en carbohidratos, minerales, vitaminas y fibra de la primera. La capacidad de producción de papas de nuestro territorio es suficiente para alimentar a la población chilena.
Puede parecer exagerado lo que se plantea en el párrafo anterior, pero no se debe desdeñar en caso alguno el efecto desestabilizador del aumento del costo del alimento en los años por venir. Puede tener graves efectos desestabilizadores en lo social y político. Hay que hacer algo al respecto, partiendo por pensar que. Está claro que cualquier plan relativo a reservas operacionales del sistema crítico de la alimentación no tiene ninguna viabilidad de ser efectiva sin que se resuelve previamente el como sostener los sistemas críticos de la energía y el transporte.
Puede que las ideas generales antes expuestas presenten debilidades no apreciadas, pero el punto es la urgencia de abandonar el carro de la globalización como principio absoluto antes de que los problemas que ésta ya no está en caso alguno en condiciones de resolver sean demasiado graves. El aumento del costo del transporte implicará un golpe severo a los procesos de integración de los mercados globales. Ello es inevitable. El alto costo del resto de los bienes tendrá un impacto paralelo a ese problema. Es claro que el comercio internacional no llegará a su fin, pero la nacionalización de lo mercados y eventualmente regionalización (con su consiguiente efecto geopolítico) será un efecto imparable del comienzo del fin de la era del petróleo.
El Estado de Chile debe asumir su responsabilidad en la consistencia de su territorio como mercado nacional para el bienestar de su población. Ello no va a ser resuelto por el mercado global ni las transnacionales. En el mundo 850 millones de personas sufren de hambre dura, 3000 viven con solamente 2 dólares al día, de un total de 6500 millones. Somos un país privilegiado, con abundantes recursos minerales y pesqueros que nos permitirán crear los sistemas críticos para la viabilidad del desarrollo a la escala que sea posible. El neoliberalismo no es la respuesta.
En mi opinión, queda muy poco tiempo para cambiar de forma de pensar y concentrarse en analizar escenarios, planificar y ejecutar planes para estar en condiciones de no ser apabullado por la crisis que recién comienza. El conservadurismo y la actitud timorata de Hacienda son un gran obstáculo para la audacia y pensamiento divergente que los tiempos exigen.
Saludos,
Andrés
El texto siguiente, contiene datos de gran importancia para el futuro mundial y del país. También incluye apuestas, alguna bien discutible, y una ración de crítica a la gestión. Tal como lo hace el autor, recoge los datos, formula una proyección y expresa una crítica, cada uno que le interese, puede tomar los ingredientes y efectuar su propia reflexión. Por ello me parece un aporte importante a la toma de conciencia y discusión de los temas de futuro (que son los que rondan entre quienes están tomando decisiones día a día en las esferas del poder), que ha caracterizado a los socialistas desde siempre, sobretodo en un día como hoy que celebramos el natalicio de Salvador Allende, quién siempre tuviera una visión notable de estos temas y desde luego una perspectiva nítida desde los intereses del Pueblo.
Atte.
Raúl Allendes A.
El Energy Watch Group, con el auspicio del Deutsche Bank, realizó una investigación de los pozos existentes y el potencial de nueva producción en el planeta. Su conclusión fue que el punto máximo de producción se alcanzó el 2006, con 81 millones de barriles diarios de producción y que ésta sería al 2020 de 58 millones de barriles. Su posición es claramente pesimista, teniendo por delante un penoso proceso de escasez creciente de petróleo.
El informe señalado es compartido en sus conclusiones por el Bundesanstalt für Geowisssenschaften (BGR) de Alemania.
Durante la décadas de 1960 y 1970 el promedio de barriles descubiertos por perforación era de 527 millones. Del 2000 al 2005, el rendimiento ha bajado a 20 millones de barriles.
En los 70 las principales empresas internacionales de petróleo controlaban el 80 por ciento de las reservas. Hoy solamente el 20 por ciento. De las 13 más importantes, 10 están en una etapa de declinación en su producción.
El Internacional Energy Agency, institución bajo el control de los principales países consumidores de hidrocarburos, anunció que modificaría su predicción de que la producción de petróleo llegaría el 2030 a 116 millones de barriles al día a que solamente sería de 100 millones. Esta es una organización que se ha mostrado siempre muy optimista sobre el futuro de la producción de crudo. Además de lo anterior, señaló que al 2015 podría existir una diferencia negativa de la demanda respecto de la oferta de 12,5 millones de barriles al día. Precios que lleguen a los 500 dólares por barril no son inimaginables en ese escenario, que no es el más pesimista, al contrario. Si el informe del Energy Watch Group está en lo correcto, las consecuencias serían catastróficas.
La demanda de petróleo por China ha crecido a un 7,2 por ciento al año desde 1990 a 2006. Proyectado eso implica llegar a 20 millones de barriles al día el 2020 y 40 millones de barriles el 2030. No hay petróleo para eso, sin considerar el aumento de la demanda de la India, entre otros.
Los pozos actualmente en producción tienen un factor promedio de declinación de un 4 por ciento, esto es 3 millones de barriles al día, la producción de Irán. Solamente para mantener la producción, el mundo tiene que agregar un Irán al año.
El 95 por ciento del transporte depende del petróleo-crudo. De cada 10 calorías de alimentos que consume una persona, 9 provienen de los hidrocarburos, dada la cadena del transporte, los fertilizantes, fungicidas, logística de almacenamiento y venta.
Nuestro país importa más del 95 por ciento de sus necesidades de hidrocarburos y su autonomía logística apenas superar lo 30 días. Su infraestructura de transporte está basada de forma aplastante en el petróleo.
El aumento de los costos de energía, irreversible, tiene y tendrá un impacto demoledor en la economía, tanto productiva como de consumo.
Resulta urgente concebir e implementar planes de corto y largo plazo para preparar al país para la crisis que está recién en desarrollo. Nuestro país cuenta con recursos naturales para superar con éxito la crisis. Para ello resulta indispensable dejar a un lado la ideología neoliberal sobre integración fanática a los mercados mundiales y la fe ciega en que éstos son capaces de resolver todos lo problemas que se generen. La fe religiosa en el mercado mundial globalizado, que a beneficiado básicamente a las grandes empresas trasnacionales, es tan irracional como cualquier acto de fe, careciendo en este caso de cualquiera de sus beneficios metafísicos.
La regulación de los mercados debe dejar de considerar como sacrosanta la apertura a los mercados globales, debe considerar otros elementos tan o más importantes, como son las de contar con reservas operacionales en sistemas críticos, la distribución del ingresos en su generación y la sustentabilidad.
Los mercados relativos a la alimentación, la energía, el transporte y la infraestructura básica deben ser objeto de regulación que cumpla con tales fines de reservas operacionales de sistemas críticos, distribución del ingreso y sustentabilidad.
En relación al transporte, el ferrocarril como medio principal de transporte longitudinal, de Arica a Aysén, tanto de personas como de carga. El tranvía como principal medio de transporte público en las ciudades. Estos servicios deben ser estatales.
En relación a la energía, un aumento sustantivo de capacidad de generación eléctrica, tanto para sostener el desarrollo como la electrificación de parte importante del transporte. Tal aumento se debe obtener por medio de aprovechar toda la capacidad hídrica del país y por medio de centrales nucleares. Se debe declarar el uranio y el torio como reserva estratégica prohibiéndose su exportación, excepto a cambio de combustible nuclear ya procesado. Las centrales nucleares deben ser construidas y operadas por una empresa mixta del estado y capital extranjero.
En relación a la alimentación, se debe generar una oferta de proteínas a bajo costo para la población como de la infraestructura para su distribución. Esa proteína solo puede provenir del mar, cerrando la producción a las exportaciones, disminuyendo la producción anual de 10 millones de toneladas métricas a cinco millones para su consumo interno (300 GR de pescado per cápita aprox).. Lo anterior requiere una nueva regulación del tamaño y características de las naves pesqueras. Sería del todo necesario apoyar la incorporación de la vela de alta tecnología como propulsión parcial, dados los altos costos del diesel. En países escandinavos ya sucede. La infraestructura de las caletas, como la logística de distribución tiene la máxima importancia. Se trata de crear todo un nuevo sector de pescadores artesanales e industriales, capaces de operar de forma rentable para abastecer pescado a precios en un mercado nacional sustantivamente menores que los internacionales. Para asegurar un sistema tan crítico como la alimentación de la población, se debe estar dispuesto a organizar un mercado nacional lo más estanco posible respecto de un recurso relativamente abundante para el tamaño de nuestra población. De acuerdo a un informe del Ejército de los Estados Unidos, una persona se puede alimentar solamente de papas más una proteína, dada la riqueza en carbohidratos, minerales, vitaminas y fibra de la primera. La capacidad de producción de papas de nuestro territorio es suficiente para alimentar a la población chilena.
Puede parecer exagerado lo que se plantea en el párrafo anterior, pero no se debe desdeñar en caso alguno el efecto desestabilizador del aumento del costo del alimento en los años por venir. Puede tener graves efectos desestabilizadores en lo social y político. Hay que hacer algo al respecto, partiendo por pensar que. Está claro que cualquier plan relativo a reservas operacionales del sistema crítico de la alimentación no tiene ninguna viabilidad de ser efectiva sin que se resuelve previamente el como sostener los sistemas críticos de la energía y el transporte.
Puede que las ideas generales antes expuestas presenten debilidades no apreciadas, pero el punto es la urgencia de abandonar el carro de la globalización como principio absoluto antes de que los problemas que ésta ya no está en caso alguno en condiciones de resolver sean demasiado graves. El aumento del costo del transporte implicará un golpe severo a los procesos de integración de los mercados globales. Ello es inevitable. El alto costo del resto de los bienes tendrá un impacto paralelo a ese problema. Es claro que el comercio internacional no llegará a su fin, pero la nacionalización de lo mercados y eventualmente regionalización (con su consiguiente efecto geopolítico) será un efecto imparable del comienzo del fin de la era del petróleo.
El Estado de Chile debe asumir su responsabilidad en la consistencia de su territorio como mercado nacional para el bienestar de su población. Ello no va a ser resuelto por el mercado global ni las transnacionales. En el mundo 850 millones de personas sufren de hambre dura, 3000 viven con solamente 2 dólares al día, de un total de 6500 millones. Somos un país privilegiado, con abundantes recursos minerales y pesqueros que nos permitirán crear los sistemas críticos para la viabilidad del desarrollo a la escala que sea posible. El neoliberalismo no es la respuesta.
En mi opinión, queda muy poco tiempo para cambiar de forma de pensar y concentrarse en analizar escenarios, planificar y ejecutar planes para estar en condiciones de no ser apabullado por la crisis que recién comienza. El conservadurismo y la actitud timorata de Hacienda son un gran obstáculo para la audacia y pensamiento divergente que los tiempos exigen.
Saludos,
Andrés
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Estimad@, tú has recibido este mensaje porque eres militante del Partido Socialista de Pudahuel y como tal estás incluido en la red "Socialistas de Pudahuel" de Google. Si conoces algún militante que posea correo electrónico y no esté suscrito a esta red, por favor háznoslo saber al e-mail pudahuel@gmail.com.
Si quieres comunicar algún planteamiento sólo tienes que enviar un correo electrónico a pspudahuel@googlegroups.com
Conoce nuestro archivos de textos y documentos en http://groups.google.com/group/pspudahuel.
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